Los motores eléctricos son parte esencial en el funcionamiento de las fábricas, se utilizan para accionar máquinas industriales o comerciales y posibilitan que entren en funcionamiento equipos como compresores, sistemas de bombeo, automóviles y hasta trenes. Dentro de todos los sectores industriales se puede observar la importancia de su productividad y por lo tanto de su mantenimiento.
Por lo general, se busca que los motores eléctricos operen sin interrupciones para mantener la productividad de los mismos, de ahí la importancia de su mantenimiento constante y planificado para evitar problemáticas en el futuro. A pesar de que su funcionamiento es más simple que el de un motor de combustión interna, cuando su mantenimiento no es suficiente o adecuado se pueden presentar problemas que afecten al sistema completo para el que operan, además difícilmente vuelven a su estado original por lo que es necesario reemplazar sus componentes haciendo de ésta una avería mucho más grande de lo que parecía ser.
La clave se encuentra en buscar que los motores de este tipo logren alcanzar su vida útil con la máxima eficiencia, así que es necesario mantener una estrategia de mantenimiento para ellos.
Un motor eléctrico es una máquina rotativa que se compone por un estator y un rotor, que a través de campos magnéticos que se generan en las bobinas, pueden convertir la energía eléctrica en energía mecánica. Este funcionamiento brinda una gran ventaja para la preservación del medio ambiente, ya que no contaminan; además cuentan con la característica de mantener una velocidad constante y alto rendimiento, su ventilación puede ser autónoma y son más eficientes de acuerdo a sus equivalentes motores de combustión.
Debido a su continuo uso en las diversas empresas, su conservación es de gran prioridad, así que sus cuidados implican cubrirlos componentes expuestos al desgaste y contaminantes externos. Sus bobinados y escobillas requieren mantenimiento periódico dentro del cual se revisen sus conexiones y reemplacen las piezas que presenten desgaste.
Algunos instrumentos que sirven para el mantenimiento de estos motores son el megóhmetro, el microohmímetro, el multímetro y el osciloscopio; tenerlos a la mano resulta útil para las revisiones y mantenimientos constantes, ya que con su uso se pueden obtener algunos valores como el aislamiento, continuidad, corriente, potencia, voltaje, frecuencia y formas de onda, necesarios para conocer el estado del sistema.
De la misma manera, los rodamientos, carcazas, ejes y demás componentes de los motores eléctricos se deben incluir en el mantenimiento considerando su limpieza, el anclaje de las piezas y las medidas que posibiliten la evaluación del equilibrio del rotor, la velocidad y el par que se aplica por la carga, así como la temperatura.
Al momento de la selección del tipo de mantenimiento que se llevará a cabo se deben considerar el preventivo y el mantenimiento correctivo, los dos buscan el correcto funcionamiento del sistema, para que pueda trabajar eficientemente y sin averías alcanzando su máximo tiempo de vida útil. Las diferencias son que el mantenimiento preventivo se realiza de manera periódica y busca prevenir las averías que puedan interrumpir el funcionamiento del motor repentinamente, se realiza a través de planes de mantenimiento por medio de ajustes, lubricaciones, revisiones y reposiciones de piezas con desgaste, siempre siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Por otro lado, el mantenimiento correctivo se lleva a cabo cuando ocurre alguna falla en el motor y se interrumpe su funcionamiento, se debe considerar que esto puede ocasionar daños mayores que agraven la situación de toda la operación. Es necesario minimizar sus efectos y por lo tanto se deben tener a la mano las piezas de repuesto necesarias así como el personal calificado para realizar el mantenimiento en el momento que sucede la avería.
Es recomendable que se priorice el mantenimiento preventivo de manera que se eviten los daños mayores y las paradas no planificadas en la operación, por tal motivo se requieren revisiones periódicas para limitar el margen de fallas en el motor, asegurándose de que su funcionamiento se encuentre en óptimas condiciones durante su trabajo.
Existen varios consejos que se pueden seguir al momento de realizar un mantenimiento de motor eléctrico, a continuación se describe cada uno de ellos para lograr realizarlo con la mayor eficiencia posible.
Claves Para El Correcto Mantenimiento De Motores Eléctricos
1. Revisar visualmente cada parte del motor
este es el primer paso y sirve para poder identificar algunas fallas que requieran mantenimiento, se pueden encontrar indicios de sobrecalentamiento y otras condiciones que pudieran provocar fallas en el futuro. A pesar de que se le da prioridad a la revisión visual, es importante tener alerta el resto de los sentidos ara detectar olores, ruidos o vibraciones que también puedan requerir atención.
2. Detectar vibraciones
Cuando están en movimiento las piezas de una motor eléctrico se provocan ruidos y vibraciones que pueden afectar el funcionamiento de la máquina, es necesario revisar que estas vibraciones sean normales, se pueden identificar cuando se pone en funcionamiento el motor desconectado de las piezas que se deben mover, también existen algunos instrumentos que permiten evaluar las vibraciones y qué las provoca.
3. Funcionamiento de los rodamientos
Éstos son los que se encargan del movimiento de algunas piezas, por lo que si presentan ruidos muy probablemente signifiquen problemas que pueden ser provocados por falta de lubricación, acumulación de contaminantes o polvo, sobrecalentamiento de la carcasa o piezas que estén desgastadas. Por lo general con una limpieza o lubricación adecuada se pueden resolver estos problemas, de no ser así será necesario el cambio de los rodamientos.
4. Limpiar y lubricar periódicamente
Una de las cosas más importantes para el correcto funcionamiento del motor es la temperatura, mientras más calor hay más riesgo de que se ocasione un problema, muchas veces el polvo y otros contaminantes funcionan como aislantes que generan el aumento de la temperatura en el motor, y por lo tanto mayor desgaste. Por este motivo es necesario mantener limpios y lubricados los componentes del motor eléctrico, sin caer en el exceso de lubricación que puede afectar a los bobinados.
5. Probar el bobinado del motor
Cuando un bobinado es sobrecalentado se pueden ocasionar daños graves, por eso es necesario probarlo desmontando el motor, para detectar las fallas en los devanados, se rebobina el motor y se prueba el aislamiento que muestra datos sobre la resistencia del mismo.