Tips para Reducir los Costos de Lubricación en la Maquinaria Industrial

Los costos de la lubricación se pueden minimizar por medio de la identificación de los componentes, análisis de sus procesos y condiciones más críticas de cada operación, conociendo esta información resultará sencillo optimizar los recursos económicos destinados al tema.
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¿Qué vas a aprender en este artículo?

Para la industria en general es importante optimizar los costos de sus operaciones de manera que mejoran la rentabilidad de sus empresas y por consecuencia su productividad. Uno de los gastos continuos en las operaciones de producción tiene que ver con el mantenimiento y lubricación de la maquinaria industrial, es por eso que la atención se fija en cómo reducirlos.

Cuando se trata de reducir costos se debe ser cauteloso pues en ocasiones se cae en la mala costumbre de adquirir componentes baratos, los lubricantes son parte esencial del correcto funcionamiento de las máquinas por lo que no se puede escatimar en su calidad y garantía de confiabilidad, ya que si esta se ve comprometida puede ocasionar daños mayores.

Los costos de la lubricación se pueden minimizar más bien por medio de la identificación de los componentes, análisis de sus procesos y condiciones más críticas de cada operación, conociendo esta información resultará sencillo optimizar los recursos económicos destinados al tema.

A continuación se describen los pasos a seguir para reducir los costos de lubricación en una operación industrial.

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1. Identificar cuáles son los componentes a lubricar

Es crucial conocer cuáles son los componentes que se desea lubricar, pueden ser rodamientos, engranes, acoplamientos, compresores, cadenas, etc. Cada uno de estos componentes requiere de un lubricante que se adapte a sus características tanto de diseño como de funcionamiento por lo que no es factible usar un solo lubricante para toda la fábrica. Existen diversos grados de viscosidad, y características específicas de trabajo por lo que se debe revisar qué lubricante es adecuado para cada componente.

Para dicha selección se deben considerar los siguientes elementos:

  • Aceites básicos requeridos por el componente
  • Recomendaciones de OEM
  • Viscosidad del aceite base
  • Cantidad y tipo de aditivación
  • De ser necesario tipo de espesantes
  • De ser necesario tipo de lubricante sólido
  • De ser necesario tipo de lubricante de grado alimenticio

2. Analizar las condiciones de las operaciones de los componentes

Es importante conocer a fondo los procesos de operación para considerar factores como:

  • Temperatura ambiental
  • Temperatura de la operación
  • Existencia de polvos abrasivos
  • Existencia de humedad
  • Existencia de contaminantes
  • Uso de químicos
  • Velocidad de la operación
  • Desgaste provocado por las cargas
  • Vibraciones

Esta información se puede adquirir con los usuarios de las maquinarias industriales de la planta de manera que al obtenerla se eviten fallas debido a la elección incorrecta del lubricante, lo cual desembocará posteriormente en la elevación de costes debido a las paradas no planificadas o fallas mayores. De esta manera también se evitará adquirir lubricantes que representen un costo mayor al requerido por la aplicación, como puede ser el caso del uso de lubricantes de larga duración para aplicaciones que requieren cambios constantes.

3. Identificación de puntos más críticos de la operación

Recogida la información de los primeros dos puntos, se puede realizar una recomendación viable para la compra de lubricantes adecuados, sin dejar de lado que existen puntos críticos donde los lubricantes pueden degradarse y requerir atención antes de lo previsto.

Una de las razones por las que sucede esto es por la oxidación, existen diversas reacciones que pueden acelerar estos procesos y causan problemas con los lubricantes, por lo que deben considerarse esos puntos críticos para evitar las fallas de los lubricantes y al contrario, éstos puedan servir como atacantes para dicha condición crítica evitando la oxidación.

Otro de los puntos importantes es realizar la lubricación a tiempo, es decir no demasiado tarde pero tampoco demasiado pronto, seguir las recomendaciones del fabricante en conjunto con las observaciones de los puntos anteriores ayudará a determinar el tiempo necesario para realizar los cambios.


Por último se debe revisar que no existan fugas de lubricantes, y de haberlas deben ser corregidas rápidamente mediante soluciones completas y permanentes, evitando el uso de remedios temporales.

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